Aunque
la tendencia social en literatura predomina hasta bien entrada la cuarta década
del siglo, hacia 1930 en Hispano-americana, van surgiendo nuevas corrientes
expresivas así aparece el vanguardismo. En las corrientes vanguardistas se
rechaza el criterio documental o realista de la novela regionalista y se
asimilan tendencias procedentes de los experimentos líricos de los escritores
de Europa. Con el advenimiento del Romanticismo, que surgió como impulso
opuesto al neoclasicismo, marcó la radical ruptura con las reglas clásicas. En
esos momentos se empieza a reconocer la estrechez de los tres géneros
tradicionales (épico, lírico y dramático) que no alcanzan a explicar la
naturaleza de los nuevos y cambiantes textos -y sus interacciones cada vez más
arriesgadas- que se instauran como clasificaciones más eficaces; los de poesía
cuento, novela testimonio, canción.
- La narrativa vanguardista traslada su escenario al ámbito urbano o cosmopolita.
- Se orienta hacia la indagación del yo, especialmente estimulada por los descubrimientos de la psicología moderna con la importancia dada al subconsciente por el psicoanálisis.
- Sigue corrientes filosóficas como el existencialismo que analizan la situación del ser humano en un mundo absurdo y angustiante.
- En el plano formal, incorpora los recursos renovadores de los grandes maestros de la narrativa contemporánea (William Faulkner, James Joyce, Kafka, Virginia Wolf y Marcel Proust).
- En Latinoamérica -sin olvidar la labor de pioneros realizada por autores como Miguel Ángel Asturias, Agustín Yánez, Juan Rulfo, Juan Carlos Onetti, Alejo Carpentier, Ernesto Sábato. La literatura, en la década de los sesentas, salta al plano universal con el surgimiento y consolidación del boom: Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa. Con estos y otros nombres asistimos al alzamiento de la novelística latinoamericana, en pie de igualdad, con las demás literaturas del mundo.
- Sus temas son universales, con estructura novedosa y contenidos que van de lo personal a lo fantástico que irrumpe en la narrativa.
- La preocupación de los autores no es solamente estilística; se interesan en crear nuevas estructuras y hay un gran afán experimental.
- Aparecen tratamientos nuevos del lenguaje.
- Surgen juegos con el tiempo y con el espacio.
- Se da expresión a los problemas intelectuales del hombre y se escudriña la infra conciencia humana.
- Lo telúrico puede seguir presentándose pero se le da un tratamiento diferente al tradicional (énfasis en los conflictos anímicos, presencia de matices surrealistas, presentaciones cubistas, influjo cinematográfico, etc.).
Dentro
de las corrientes vanguardistas, los ismos surgieron como propuesta contraria a
supuestas corrientes envejecidas y propusieron innovaciones radicales de
contenido, lenguaje y actitud vital. Entre ellos se encuentran los siguientes:
Impresionismo: no fue propiamente un ismo de vanguardia, sino un antecedente
contra el que reaccionaron los vanguardistas. Su principal aporte a las
vanguardias fue la liberación del poder expresivo del color. Los impresionistas
aprendieron a manejar la pintura más libre y sueltamente, sin tratar de ocultar
sus pinceladas fragmentadas, y la luz se fue convirtiendo en el gran factor
unificador de la figura y el paisaje. Pero los pintores impresionistas eran
artistas que ya no pretendieron ejercer con su arte una modificación radical en
las costumbres de su época ni estaban comprometidos con la voluntad de un gran
cambio social. Son la consecuencia del fracaso de las pretensiones de la
revolución de 1830, la de 1848 y la Comuna de París. Las discusiones de los
impresionistas fueron básicamente técnicas y su pintura puede considerarse una
exacerbación del naturalismo a un punto tal que terminaría oponiéndose a los
orígenes de aquél. El realismo de Courbet afirmaba que en la realidad
encontraba la esperanza de un cambio, la potencia de los hombres reales, el
movimiento de las fuerzas revolucionarias. Los impresionistas sustituyen las
discusiones de contenido por las de la técnica, la luz, el objetivismo de la
transcripción pictórica.
A
finales de 1869 los principales pintores impresionistas ya se conocían bien
unos a otros. Por entonces el café Guerbois, en la calle de Batignolles, cerca
del taller de Édouard Manet (quien parece que por el momento era la
personalidad dominante) se convirtió en el cuartel general de este círculo
artístico. La actitud de solidaridad de los impresionistas a comienzos de los
años 1870 se expresó de un modo muy revelador en algunos retratos de grupo,
como el de Fantin-Latour (Taller en el barrio de Batignolles, 1870) o el de
Bazille (El taller del artista en la rue de la Condamine, 1870).
Por
primera vez, durante la guerra franco-prusiana los impresionistas tienen que
separarse: Pierre-Auguste Renoir y Manet permanecieron en París, Bazille murió
en el frente y Monet y Camille Pissarro coincidieron en Londres, donde
conocieron a Paul Durand-Ruel, desde entonces el marchante del grupo. De hecho,
en 1873 Durand-Ruel se mostraba ya lo bastante seguro de ellos como para
preparar un catálogo completo con las existencias de su galería que no llegó a
publicarse.
Expresionismo: fue una corriente pictórica que nació como movimiento a
principios del siglo XX, entre 1905 y 1925, en Alemania y otros países
centroeuropeos de ámbito germánico y austro-húngaro, ligado al fauvismo francés
como arte expresivo y emocional que se opuso diametralmente al impresionismo.
Se aglutinó en la década de 1910 en torno a dos grupos: Die Brücke (El puente)
y Der Blaue Reiter (El jinete azul). Paralelamente desarrolló su actividad en
Viena el grupo de la Secesión, que integraron entre otros Gustav Klimt, Oskar
Kokoschka y Egon Schiele.
En
los 1920 el expresionismo influyó sobre otras artes. El gabinete del Doctor
Caligari (Robert Wiene, 1919) y Nosferatu, el vampiro (Friedrich Wilhelm
Murnau, 1921) iniciaron el expresionismo cinematográfico, y los poetas Georg
Trakl y Rainer Maria Rilke llevaron el movimiento al ámbito de la lírica.
Entre
los principios de esta corriente artística se señalan: la reconstrucción de la
realidad, la relación de la expresión literaria con las artes plásticas y la
música y la expresión de la angustia del mundo y de la vida a través de novelas
y dramas donde se habla de las limitantes sociales impuestas a la libertad del
hombre. Pretende expresar filias y fobias del ser humano. Por lo tanto, no
requiere de una buena técnica, ni de un resultado estéticamente bello.
Se
enfrentaría básicamente como la teoría estética a las ideas realistas, a las
viejas ideas impresionistas que habían aparecido en Europa en los últimos
veinte años del siglo XIX, y plantearía que lo real no es fundamentalmente
aquello que vemos en lo exterior, sino aquello que surge en nuestra
interioridad cuando vemos, percibimos, intuimos o producimos algo.
Fauvismo: fue un movimiento de origen francés que se desarrolló entre 1904 y
1908, aproximadamente.
El
importante Salón de Otoño de 1905 supuso la primera exhibición para el grupo
cuyo objetivo era lingüísticamente la síntesis forma-color. No se buscaba la
representación de los objetos inmersos en la luz solar, sino la de las imágenes
más libres que resultaban de la superposición de colores equivalentes a dicha
luz. En efecto, los fauvistas consideraban que mediante el color se podían
expresar sentimientos. Henri Matisse fue uno de los mayores representantes de
esta vanguardia.
Cubismo: nació en Francia en 1905. Sus principales rasgos son la asociación de
elementos imposibles de concretar, desdoblamiento del autor, disposición
gráfica de las palabras, sustitución de lo sentimental por el humor y la
alegría y el retrato de la realidad a través de figuras geométricas. Los
inspiradores del movimiento fueron Pablo Picasso y Georges Braque. Algunos de
los principales maestros fueron Juan Gris, María Blanchard, Fernand Leger, Jean
Metzinger y Albert Gleizes, pero con anterioridad Paul Cézanne ya habría
marcado el camino.
Dentro
de las técnicas usadas se encuentra el collage, y principalmente la
descomposición de las imágenes en figuras geométricas para representar el
objeto en su totalidad, incluidos todos sus planos, en la obra.
Tuvo
dos etapas: un cubismo analítico, que buscaba la descomposición total del
objeto, y un cubismo sintético, en el cual se descarta la perspectiva para
representar todos los planos del objeto en la misma obra. En la poesía, su
estilo más popular fue el caligrama, cuyo principal exponente fue Guillaume
Apollinaire.
El
futurismo: movimiento inicial de las corrientes de vanguardia artística, surgió
en Milan, Italia, impulsado por el poeta italiano Filippo Tommaso Marinetti,
quien recopiló y publicó los principios del futurismo en el manifiesto del 20
de febrero de 1909, en el diario Le Figaro de París. Al año siguiente, los
artistas italianos Giacomo Balla, Umberto Boccioni, Carlo Carrà, Luigi Russolo
y Mario Jordano firmaron el llamado Manifiesto del Futurismo.
Aunque
tuvo una corta existencia, aproximadamente hasta 1944 -acabado con la muerte de
Marinetti-, su influencia se aprecia en las obras de Marcel Duchamp, Fernand
Léger y Robert Delaunay en París, así como en el constructivismo ruso. Los
textos futuristas trajeron un nuevo mito: la máquina.
Sirva
como síntesis una famosa frase de Marinetti: “Un automóvil de carreras es más
hermoso que la Victoria de Samotracia”.
Este
movimiento rompía con la tradición, el pasado y los signos convencionales de la
historia del arte. Consideraba como elementos principales de la poesía el
valor, la audacia y la revolución, ya que se pregonaba el movimiento agresivo,
el insomnio febril, el paso gimnástico, el salto peligroso y la bofetada.
Según
su manifiesto, sus postulados eran la exaltación de lo sensual, lo nacional y
guerrero, la adoración de la máquina, el retrato de la realidad en movimiento,
lo objetivo de lo literario y la disposición especial de lo escrito, con el fin
de darle una expresión plástica. Rechazaba la estética tradicional e intentó
ensalzar la vida contemporánea, basándose en sus dos temas dominantes: la
máquina y el movimiento.
Dadaísmo:
Surgió en Zúrich, Suiza, entre 1916 y 1922. Hugo Ball y Tristan Tzara se hicieron
notar como fundadores y principales exponentes. El movimiento creció y
rápidamente se extendió a Berlín y a París. Uno de los motivos que llevó al
surgimiento de DADA fue la violencia extrema y la pérdida de sentido que trajo
la Primera Guerra Mundial. Rebelándose contra el statu quo, las convenciones
literarias y artísticas y rechazando las convenciones de la sociedad
aburguesada -que consideraban egoísta y apática - los dadaístas hicieron de su
arte un modus vivendi.
El
poema dadaísta solía ser una sucesión de palabras y sonidos, lo que hace
difícil encontrarle lógica. Se distinguió por una inclinación hacia lo incierto
y a lo absurdo. Por su parte, el procedimiento dadaísta buscaba renovar la
expresión mediante el empleo de materiales inusuales, o manejando planos de
pensamientos antes no mezclables, con una tónica general de rebeldía o
destrucción.
Posteriormente,
nació el dadaísmo norteamericano en Nueva York con Francis Picabia y el francés
Marcel Duchamp.
Ultraísmo: apareció en España entre 1919 y 1922 como reacción ante el
modernismo.
Fue
uno de los movimientos que más se proyectó en el mundo de habla hispana,
contribuyendo al uso del verso libre, la proscripción de la anécdota y el
desarrollo de la metáfora, que se convertiría en el principal centro expresivo.
Fue
influido por poetas como Vicente Huidobro y Guillaume Apollinaire.
Surrealismo:
Escisión del dadaísmo, cuyo principal representate fuera Tristán Tzara, el
movimiento surrealista se organizó en Francia en la década de 1920 alrededor de
André Bretón quien, inspirado en Sigmund Freud, se interesó por descubrir los
mecanismos del inconsciente y sobrepasar lo real por medio de lo imaginario y
lo irracional. De él y las veces en que lo conoció habló en
"Los vasos comunicantes", título emblemático que se volvería metáfora
de parte de su estética creadora, lo mismo que el automatismo o escritura
automática, por la que experimentarían con el sueño y el espiritismo, buscando
encontrar el arte puro, no contaminado por la conciencia.
Se
caracterizó por pretender crear un individuo nuevo, recurrir a la crueldad y el
humor negro con el fin de destruir todo matiz sentimental. A
pesar de ser constructivo, los aspectos de la conducta moral humana y las
manifestaciones no eran de su interés.
Consistía
en la captación de la coincidencia-realidad surgida en un personaje, cuando
vive un hecho que le provoca recuerdos recónditos.
Otros
de sus principales representantes fueron Louis Aragon y Elsa Triolet.
Estridentismo: nació de la mezcla de varios ismos. Se dio entre 1922 y 1927 y
se caracterizó por la modernidad, el cosmopolitismo y lo urbano, así como por
el inconformismo, el humor negro, el esnobismo, lo irreverente y el rechazo a
todo lo antiguo. Su antecedente inmediato fue el futurismo ruso. Entre sus
representantes más importantes se cuenta a Germán Liszt Arzubide, Manuel Maples
Arce y a Arqueles Vela.
Existencialismo:
es un movimiento filosófico que postuló fundamentalmente que son los seres
humanos, en forma individual, los que crean el significado y la esencia de sus
vidas. Emergió como un movimiento en la literatura y filosofía del Siglo XX,
heredera de los argumentos de filósofos como Sören Kierkegaard, Friederich
Nietzsche y Miguel de Unamuno.
Este
movimiento generalmente describe la ausencia de una fuerza trascendental; esto
significa que el individuo es libre y, por ende, totalmente responsable de sus
hechos, sin la presencia de una fuerza superior que pudiera determinarle en su
actuar. Esto le atribuye a los humanos el crear una ética de responsabilidad
individual, apartada de cualquier sistema de creencias externo a él. Esta
articulación personal del ser es el único camino existente para superar,
generalmente, a las religiones, que tratan del sufrimiento, la muerte y el fin
del individuo.
Editado por John Peter Rodríguez #22
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