viernes, 30 de marzo de 2012

El Modernismo

Es un movimiento literario que se desarrolló entre los años 1880-1910, fundamentalmente en el ámbito de la poesía, que se caracterizó por una ambigua rebeldía creativa, un refinamiento narcisista y aristocrático, el culturalismo cosmopolita y una profunda renovación estética del lenguaje y la métrica.
Se conoce por modernismo a la forma hispánica de la crisis universal de las letras y del espíritu y que se manifiesta en el arte, la ciencia, la religión y la política. En ciertos aspectos su eco se percibe en movimientos y en corrientes posteriores. En las raíces del Modernismo hay un profundo desacuerdo con la civilización burguesa. En ciertos sentidos, se trata de una corriente heredera del Postromanticismo decimonónico, al que da una especie de salida, y en las demás artes esta estética se plasma en las formas del Art Nouveau (en Bélgica y Francia).

Característica del Modernismo:

El Modernismo es objeto de distintas interpretaciones, con estas dos posturas fundamentales:
  • La más restrictiva lo considera un movimiento literario bien definido que se desarrolló entre 1887 y 1910.
  • La más amplia considera que el modernismo no es sólo un movimiento literario sino toda una época y la actitud que le sirvió de base.
Conciliando ambas, cabría definir el modernismo literario como un movimiento de ruptura con la estética vigente que se inicia en torno a 1880 y cuyo desarrollo fundamental alcanza hasta la Primera Guerra Mundial. Tal ruptura se enlaza con la amplia crisis espiritual de fin de siglo.
El modernismo hispánico es una síntesis del Parnasianismo y del Simbolismo: del primero toma la concepción de la poesía como bloque marmóreo, con el anhelo de perfección formal, los temas exóticos, y los valores sensoriales; del segundo la concepción de que el arte debe sugerir, y la búsqueda de efectos rítmicos dentro de una variada musicalidad. El Modernismo también subsume, aunque con menos importancia, corrientes estéticas como el Decadentismo y La Hermandad Prerrafaelita. Las principales características del modernismo son
  • El rechazo de la realidad cotidiana, ante la cual el escritor puede huir en el tiempo (evocando épocas pasadas y mejores) o en el espacio (muchos de los poemas se desarrollan en lugares exóticos y lejanos).
  • Una actitud aristocratizante y cierto preciosismo en el estilo, así como la búsqueda de la perfección formal (de inspiración parnasiana) que se aprecia no sin cierto individualismo.
  • La búsqueda de la belleza se consigue a través de imágenes muy plásticas y acercamiento a las artes, de una adjetivación con predominio del color y con imágenes relacionadas a todos los sentidos, así como con la musicalidad que produce el abuso de la aliteración, los ritmos marcados y la utilización de la sinestesia (influencias del simbolismo).
  • Tanto la fidelidad a las grandes estrofas clásicas como las variaciones sobre los moldes métricos, utilizando versos medievales como el alejandrino, el dodecasílabo y el eneasílabo; con aportes de nuevas variantes al soneto.
  • El uso de la mitología y el sensualismo.
  • Una renovación léxica con el uso de helenismos, cultismos y galicismos, que no buscaba tanto la precisión como el prestigio o la rareza del vocablo.
  • El deseo innovador que aspiraba a la perfección que apreciaban en la literatura europea.
  • La adaptación de la métrica castellana a la latina.
El culto a la perfección formal, con poesía serena y equilibra

El Criollismo


 Fue un movimiento artístico literario que se desarrollo en Venezuela paralelamente al Modernismo con el cual en algunos casos se fusionó, dando origen al “modernismo criollista”. Comenzó a manifestarse en la última décadadel siglo XIX y se va a prolongar hasta el año 1.929 con la aparición de novelas como “Doña Bárbara”, que se proyectan más allá de las fronteras nacionales.
Su origen se debió a que un grupo de escritores tomaron la consigna de luchar porque en el país se escribiera una literatura verdaderamente nacional en donde se reflejara lo autóctono y se retratara el hombre venezolano con su propia psicología, su lenguaje y su problemática social. El Criollismo surge como una oposición al exotismo modernista con sus personajes desarraigados que pensaban con una mentalidad de extranjeros, tal es el caso de la novela “Idolos Rotos”, cuyo autor es Manuel Díaz Rodríguez. Ante el momento histórico, los criollistas toman una actitud distinta a la de los modernistas, “dan su aceptación a la nueva democracia”. Los personajes no van a ser seres neuróticos, ni artistas incomprendidos, sino personajes tipos del suelo venezolano, productos de una “transformación social que se estaba operando súbitamente”. Los temas de inspiración de los autores criollistas, son los venezolanos, con personajes que actúan con una psicología criolla. En cuanto al lenguaje, van a mezclar el lenguaje literario, de gran perfección formal, con el lenguaje popular, lleno de giros rústicos, del habla campesina.

Características
Dominan el manejo de la lengua y conocen a fondo los regionalismos de vocabulario sintácticos, que usan sin prejuicios en sus obras. Los diálogos se caracterizan por la fidelidad a las hablas locales. 
Finalmente, conocen a fondo la psicología de los habitantes de esas regiones, y los presentan con exageraciones o idealizaciones irreales. Los más grandes representantes del movimiento criollista en Hispanoamérica fueron Rómulo Gallegos, Francisco Lazo Martí, (Venezuela), José Eustasio Rivera (Colombia), Horacio Quiroga  (Uruguay-Argentina), Ricardo Güiraldes y Benito Lynch ,(Argentina).


Francisco Lazo Martí, Comentarios a su obra:
El crítico Mario Torrealba Lossi afirma que «en la Silva Criolla se juntan, en mágica simbiosis, la concepción de lo hispanoamericano -el paisaje, el hombre, el sentido telúrico- así como la expresión más genuina del carácter venezolano». El mismo año en que Manuel Vicente Romerogarcía publica su novela Peonía (1890), se está graduando de médico Francisco Lazo Martí, un joven estudiante nacido en Calabozo que ha venido a Caracas sólo a recibir su diploma universitario. Ha vivido siempre en el corazón de los llanos, y a ellos regresa con su título y su vocación de servicio público. En Guárico, Apure y Barinas habrá de ejercer su profesión, más con el carácter de un apostolado que con miras lucrativas.


Su sensibilidad por las angustias y necesidades de los humildes bien pronto rebasa sus capacidades como médico, y lo atrae hacia el terreno de la política. En 1892 es redactor, en San Fernando de Apure, del periódico El Legalista, en cuyas columnas hace campaña contra el continuismo del Presidente Raimundo Andueza Palacio, a quien derroca el General Joaquín Crespo, cabeza de la llamada Revolución Legalista. El triunfo de los legalistas no representó para Lazo Martí oportunidad para escalar posiciones o solicitar recompensas. Prefiere internarse en dos pueblos barineses, Puerto Nutrias y Soledad, en los que permanece cuatro años (1893-1897), en ejercicio de la profesión.


Características de su poesía 
1.-La noche aparece en todos sus poemas como algo cruel, siniestro, pavoroso
2.-La naturaleza muere y resucita eternamente.
3.- Vivir es ignorar y es angustiarse ante el misterio.

Realismo Literario


Origen del término:

El origen del término es francés: aparece aplicado a la literatura hacia 1825 para referirse a la imitación por parte de los románticos de la naturaleza y al detalle descriptivo de algunos de sus novelistas. Más tarde, su significado se precisó para aplicarse a ciertos pintores como Gustave Courbet que, frente a los temas grandilocuentes y las escenografías aparatosas del Romanticismo, llevaban a sus lienzos sencillas escenas de la vida cotidiana; enseguida se aplicó el vocablo a las obras literarias animadas de un propósito análogo de recoger fieles testimonios de la sociedad de la época.
Hacia 1850 en Francia una serie de escritores y críticos presentan ya al realismo como una nueva estética alejada u opuesta a la romántica. En 1856 aparece una revista titulada precisamente Réalisme, que en uno de sus números dice:
El realismo pretende la reproducción exacta, completa, sincera, del ambiente social y de la época en que vivimos... Esta reproducción debe ser lo más sencilla posible para que todos la comprendan.

Descripción:

He aquí sintetizados los rasgos esenciales del realismo, tanto en su orientación temática y enfoque como en sus preferencias estilísticas, aunque hay que hacer algunas precisiones: la reproducción exacta de la realidad toma a menudo como modelo los métodos de observación de las ciencias experimentales. Un gran crítico, Ferdinand Brunetière, señalaría más tarde, en 1883, que "el Realismo viene a ser en arte lo que el positivismo es en la Filosofía". Ya en 1843 Balzac se proponía estudiar la sociedad como un científico estudiaba la naturaleza. Y Baudelaire, en 1851, recomendaba: "Estudiad todas las úlceras como el médico que está de servicio en un hospital". Flaubert consultó tratados médicos para describir la muerte por envenenamiento de su madame Bovary, y en general los novelistas se documentan rigurosamente sobre el terreno tomando minuciosos apuntes sobre el ambiente, las gentes, su indumentaria, o buscan en los libros los datos necesarios para conseguir la exactitud ambiental o psicológica.
Los escritores dejaron de centrarse en sí mismos y pusieron su interés en la sociedad, observando y describiendo objetivamente los problemas sociales, y para ello se valieron de un nuevo tipo de novela, la novela burguesa. En cuanto a la expresión, prefirieron un estilo más sencillo, sobrio y preciso, en el que adquirió relevancia la reproducción del habla coloquial, especialmente en los diálogos, es decir, adoptando los niveles de lenguaje adecuados a los personajes, que representaban todos los estratos sociales.
Se halla inscrito en un movimiento más amplio que afecta también a las artes plásticas, a la fotografía (que surge con el siglo XIX), y a la filosofía (positivismo, darwinismo, marxismo, método experimental). La estética del realismo, fascinada por los avances de la ciencia, intenta hacer de la literatura un documento que pueda servir de testimonio de la sociedad de su época. Por ello describe todo lo cotidiano y prefiere los personajes comunes y corrientes, basados en individuos reales de los que toma nota a través de cuadernos de observación, a los personajes extravagantes o insólitos típicos del Romanticismo. Esta estética propugna a su vez una ética, una moral fundamentada en la objetividad y el materialismo filosófico.
En cuanto a los procedimientos literarios del realismo, son característicos el uso de la descripción detallada y minuciosa, con enumeraciones y sustantivos concretos; el del párrafo largo y complejo provisto de abundante subordinación, la reproducción casi magnetofónica del habla popular, sin idealizarla, y un estilo poco caracterizado, un lenguaje «invisible» que caracterice personajes, hechos y situaciones objetivamente sin llamar la atención sobre el escritor.

Características:

Los rasgos fundamentales del Realismo son los siguientes:
Procura mostrar en las obras una reproducción fiel y exacta de la realidad
Se opone al romanticismo en su rechazo de lo sentimental y lo trascendental; aspira, en cambio, a reflejar la realidad individual y social en el marco del devenir histórico.
Hace un uso minucioso de la descripción, para mostrar perfiles exactos de los temas, personajes, situaciones e incluso lugares; lo cotidiano y no lo exótico es el tema central, exponiendo problemas políticos, humanos y sociales.
El lenguaje utilizado en las obras abarca diversos registros y niveles de lenguaje, ya que expresa el habla común y se adapta a los usos de los distintos personajes, que son complejos, evolucionan e interactúan influyendo en otros.
Las obras muestran una relación mediata entre las personas y su entorno económico y social, del cual son exponente; la historia muestra a los personajes como testimonio de una época, una clase social, un oficio, etc.
El autor analiza, reproduce y denuncia los males que aquejan a su sociedad.
Transmite ideas de la forma más verídica y objetiva posible.

Evolución del realismo:

El conjunto de la obra novelística de Benito Pérez Galdós presenta un fresco de la sociedad española del siglo XIX equiparable al que planteó Balzac en su Comedia humana para la francesa. Desde La desheredada, en 1881, sus novelas contemporáneas llegan al realismo pleno, a la vez que asumen algunos de los postulados del Naturalismo. Con Fortunata y Jacinta (1886-1887) alcanza el cénit de su arte.
Su nacimiento está ligado al ascenso, al afianzamiento de la burguesía y a la nueva sociedad urbana originada como consecuencia del desarrollo de la Revolución industrial y el consiguiente éxodo masivo del campo a las ciudades. La mesocracia o clase media preponderante, y progresivamente alfabetizada, impuso sus gustos en materia literaria, pues la mayor parte de los lectores pertenecían a esta clase.
El público estaba interesado, más que por lo lejano en el tiempo y espacio y lo exótico de los románticos, por los problemas próximos y cotidianos de la sociedad contemporánea, siempre presente a través del periodismo, que se desarrolla ampliamente en el siglo XIX después de haber nacido en el XVIII, y de la Fotografía, nueva técnica que reproduce al detalle la realidad. En reacción contra el idealismo, se desarrolla el positivismo de Auguste Comte (su Sistema de filosofía positiva se publica en 1850), que rechaza la especulación pura y la metafísica; en Inglaterra domina el pensamiento empírico del utilitarismo (Jeremías Bentham, John Stuart Mill) y el evolucionismo que Charles Darwin expone en su Origen de las especies (1859) pone de moda las ciencias naturales y la clasificación empírica de los hechos, haciendo notar que todos los seres humanos están encadenados al medio ambiente, que los moldea mediante la "adaptación al medio" en una "lucha por la vida" que provoca una "selección natural"; el filósofo Herbert Spencer crea con este fundamento el Evolucionismo social y cultural, al que se adhiere el mismo Comte. El experimentalismo se desarrolla con el fisiólogo francés Claude Bernard, quien publica en 1865 su método experimental aplicado la medicina. Por último, se desarrolla una nueva ciencia, la genética, a partir de que el botánico austriaco Gregor Mendel publique en 1865 sus leyes de la herencia. Por otra parte, la izquierda hegeliana desacredita la religión (Ludwig Feuerbach) y las esperanzas de redención fuera de este mundo y, sobre todo Karl Marx, llama la atención sobre los condicionantes económicos y sociales de los pueblos o materialismo histórico y la lucha de clases y afirma que la realidad no debe ser teorizada, sino transformada.
La clase media empezó a notar los efectos beneficiosos del progreso, pero también los nuevos problemas a que daba lugar, hasta entonces desconocidos, como un cambio esencial de valores desde los tradicionales que dominaban en los ambientes rurales a los urbanos, más cínicos, individualistas y materialistas. Este contexto favoreció el realismo como estilo literario y la prosa narrativa como género dominante, puesto que permitía reconstruir la realidad de una forma flexible y alejada de retóricas pasadas y moldes fuera de uso y dejaba libertad al escritor para elegir temas, personajes y situaciones. Por eso la novela fue aumentando su popularidad gracias a su vinculación con la prensa periódica, vehículo a través del que se difundieron, por entregas, numerosas narraciones económicas que, de esa manera, llegaron a un público más amplio que nunca hasta entonces, gracias al abaratamiento de los materiales librarios de impresión y edición y la alfabetización masiva por parte del estado, una de las conquistas de las revoluciones burguesas, para garantizar en principio la igualdad ante la ley.
La libertad política y religiosa, la soberanía popular, el sufragio universal y las reivindicaciones sociales fueron motores que desde ese momento movilizaron en toda Europa a las masas de trabajadores y las impulsaron a participar en los acontecimientos políticos. Doctrinas como el socialismo y el marxismo tuvieron una rápida aceptación y contribuyeron a crear entre los obreros una viva conciencia de clase, que prendió con gran fuerza entre el proletariado urbano, surgido como consecuencia de la revolución industrial, sometido a condiciones de trabajo infrahumanas y que sobrevivía a duras penas en las ciudades. Cuando este proletariado adquirió conciencia de clase entró en pugna con la burguesía, que de ser clase revolucionaria que lucha contra el Antiguo Régimen pasó a ser clase dominante y conservadora.
El origen del realismo literario europeo hay que buscarlo en la literatura española medieval y la novela picaresca española y, en concreto, en la versión que configuró sobre esa tradición el novelista Miguel de Cervantes. El desmitificador modelo cervantino influyó poderosamente en la literatura europea posterior, pero el descrédito por el que pasó el género narrativo durante el siglo XVIII aplazó su influjo europeo hasta bien entrado el siglo XIX, salvo en el caso de Inglaterra, que en el siglo XVIII comenzó su propio realismo de la mano de Daniel Defoe, Samuel Richardson o Henry Fielding, entre otros, y del que buena parte de los escritores realistas posteriores son deudores.
La novela realista europea viene a ser la épica de la clase media o burguesa que ha conseguido —a lo largo de sucesivas revoluciones que le han ido confiriendo cada vez mayor poder (1789, 1820, 1830 y 1848)—, instalarse como clase dominante en todos los aspectos de la vida, incluido el cultural y el estético. Los ideales burgueses (materialismo, utilitarismo, búsqueda del éxito económico y social) irán apareciendo en la novela poco a poco, y en su fase final también irán apareciendo algunos de sus problemas internos (el papel de la mujer instruida y sin embargo desocupada; el éxodo del campo a la ciudad y la mutación de valores subsecuente, por ejemplo). Por otra parte, cuando se vayan reiterando y agotando los temas relativos a la burguesía, la descripción realista irá penetrando en otros ámbitos y dejará la mera descripción externa de las conductas para pasar a la descripción interna de las mismas, transformándose en novela psicológica y generando procedimientos narrativos introspectivos como el monólogo interior y el estilo indirecto libre. Todo ello posibilitó la aparición de movimientos en cierta manera opuestos, como el Espiritualismo, por un lado, visible en la última etapa de narradores realistas como Benito Pérez Galdós, Fiódor Dostoievski y León Tolstói, y el naturalismo, por otro, que exageraba los contenidos sociales, documentales y científicos del realismo, aproximándose a la descripción de las clases humildes, marginadas y desfavorecidas. Los autores tratarán de ofrecer personajes y situaciones comunes, lo que convierte a la obra literaria en una fuente de primer orden para el conocimiento del pasado histórico, aún teniendo en cuenta las precauciones que deben tomarse para un uso documental de las fuentes literarias.
En Francia fueron escritores realistas Henri Beyle Stendhal, Honoré de Balzac y Gustave Flaubert. En el Reino Unido destaca Charles Dickens; en Rusia León Tolstói y Fiódor Dostoyevski. En Estados Unidos, Mark Twain; en Chile Alberto Blest Gana, en España Benito Pérez Galdós, Leopoldo Alas Clarín y Emilia Pardo Bazán. Portugal cuenta con Eça de Queiroz. En Italia, el movimiento se denominó verismo y tiene a su más caracterizado representante en Giovanni Verga. En cuanto a la literatura escrita en alemán, es un movimiento de este sesgo el llamado Biedermeier y pueden considerarse realistas los novelistas suizos Albert Bitzius (que utilizaba el seudónimo Jeremías Gotthelf), Gottfried Keller, Conrad Ferdinand Meyer, el austríaco Adalbert Stifter y los alemanes Friedrich Hebbel (dramaturgo), Theodor Storm, Theodor Fontane, Gustav Freytag y Wilhelm Raabe, aunque esta estética todavía continuó renovándose durante el siglo XX a través de la obra literaria de Thomas Mann. 

Novelas Románticas


Madame Stael

Nació en Paris un 22 de Abril de 1766 y murió en la misma ciudad el 14 de julio de 1817. Su nombre real es Anne-Loise Germaine Necker, pero también es conocida como baronesa de Stael-Holstein. En realidad es de nacionalidad suiza, pero es considerada francesa por su vida e influencia en la vida cultural parisina, su ciudad por excelencia.
Fue hija del financiero Jacques Necker, ministro de Luis XVI y de Suzanne  Curchod. Desde pequeña mostro en el salón literario de su madre un interés especial por la literatura. Fue una gran seguidora de los filósofos franceses del siglo XVIII. Contrajo matrimonio en 1786 con el embajador de Suecia en París y tuvo tres hijos.
Durante la Revolución Francesa toma parte activa, pero tras la caída de la monarquía, abandono Francia (1792)  y viajo a Suiza. Allí se vuelve a encontrar con Benjamín Constant, a quien había conocido en un viaje anterior y con quien mantuvo relaciones  sentimentales hasta 1808.
En 1797 vuelve a París y se siente fascinada por la figura de Napoleón  Bonaparte. Sin embargo este se muestra receloso ante una mujer dedicada a la política, que participa en intrigas palaciegas. Por esto, Bonaparte insta a Stael a alejarse de París en 1803, se casa con Albert de Rocca, un joven militar suizo, ya que ella se va a Suiza.
A partir de este momento, Madame Stael se instalara en Coppet aunque efectuará numerosos viajes, como por ejemplo a Alemania, donde visita a Goethe y schiller. También viaja a Viena donde conoce al Príncipe de Ligne. Su salón literario lo traslada a Coppet, donde se presentaran figuras como Madame Récamier , Benjamín Constant o Mathieu de Montmorency.
En 1870  publica una nueva novela, Corinne. También  destaca Alemania, obra que Napoleón destruye en 1810 cuando está a punto de ser publicada y que se obliga a editar en Londres, además de publicar sus cartas, unas memorias políticas publicadas en 1788. También publico novelas, ensayos y trabajos históricos y críticos. Tras la restauración regresa a Francia donde muere en 1817.

Características:
          El Idilio: (coqueteo, conquista)
•          La Naturaleza (como el marco del idilio)
•          El Paisaje ( es idealizado)
•          Color Local ( regionalismo, criollismo)
•          Huida Parcial o total (
•          Presencias de elementos auto-biográficos
•          Exaltación del “Yo” ( el autor de confunde con el Protagonista)
•          Temas: ( amor, muerte, naturaleza y religión)

CORINA O ITALIA
La novela relata la trágica historia de amor entre su protagonista femenina, Corina, y el noble escocés Lord Nelvil, lo que nos permitirá conocer las costumbres por aquel tiempo de Francia, Inglaterra e Italia.

En esta novela se plasma el carácter de Stael, y como no, algunos paralelismos con su biografía, porque durante toda su vida, Madame Stael lucho desde la letra por dar dignidad al papel de una mujer en la sociedad de aquella época de fines del siglo XVIII y principios de siglo XIX. Por eso se considera una escritora romántica, porque aparte de que coincide con el período romántico, sus obras reflejan características románticas, como por ejemplo el amor que siente Corinne hacia Lord Nelvil. El amor es una característica fundamental dentro del Romanticismo. 


A continuación se presenta la obra en forma de guión teatral y de forma resumida:

ACTO I
Una tragedia oscurece  la vida de Osvaldo Lord Nelvil que se encuentra en Escocia, melancólico por la muerte de su padre; llora en el cementerio frente a su tumba.
Allí se aferra a su recuerdo reprochándose culpas por haber sido un hijo rebelde y pensando que  su pérdida era el resultado y castigo por su contrariedad en  ser obediente.

-  Osvaldo: ¿Por qué, Padre? Pudo más el destino que mi arrepentimiento por no obedecerle.
-     Osvaldo: me iré de estas tierras, lejos, para olvidar mi pasado.
La tristeza lo abruma de tal forma que su salud se quebranta y le es diagnosticada una enfermedad pulmonar muy delicada que podría causarle la muerte. A pesar de la nostalgia que lo embarga emprende su viaje navegando hacia el Oeste de Europa.

ACTO II
            Mientras navegaba, Osvaldo, por quebrantos de salud, es obligado a hacer una parada en Alemania, donde  escucha historias sobre un emigrante francés, el Conde de Erferuil,  quien, al igual que él, perdió a su tío y quedó solo, así que decidió conocerlo.

-        Osvaldo: Saludos Conde de Erferuil, mi nombre es Osvaldo Lord Nelvil
- Conde Erferwil: Saludos, joven viajero. Es un honor conocer a alguien de tan noble procedencia. ¿Qué os trae a mi humilde hogar?
-    Osvaldo: Os he venido a visitar ya que a mis oídos han llegado historias de vos, que habéis quedado sin pariente alguno y que quedasteis solo en este mundo.
-       Conde Erferwil: Eso es cierto, Lord Nelvil, ¿pero que tiene que ver eso con vos?
-       Osvaldo: yo también he sufrido una lamentable pérdida y por ello he decidido viajar.
            Así, Osvaldo cuenta toda su historia al Conde de Erferwil, quien decide acompañarlo en su viaje hacia Italia.

ACTO III
Cuando los viajeros llegan a las costas de Italia y entran a la ciudad se percatan que a lo lejos se escucha una algarabía, en el capitolio. Deciden ir a descubrir el motivo de tal celebración y al llegar escuchan al pueblo elogiando a una mujer cuya belleza solo era comparable con los dioses, una famosa poetiza llamada Corina.


Ellos, al oír esto, deciden acercarse y se quedan atónitos al ver el ser que describían.   Esta mujer estaba vestida con ropas griegas, cabellos largos, oscuros y un rostro hermoso.
 Ella entra al Capitolio de la mano de su amigo el Príncipe de Castel-Forte, quien le dirige unas palabras antes de ser coronada por el Sacerdote, en símbolo de la admiración y aprecio del pueblo.

-       Castel-Forte: Hermosa Corina, ilustre amiga, personaje lleno de nobleza, espontaneidad y habilidad filosófica que enaltece a Italia  con su don para las artes.
-       Sacerdote: Corina, poetisa, escritora, improvisadora y alma sublime, os otorgo esta  corona como reconocimiento por ser considerada uno de los más valiosos tesoros de Roma.
Corina se inclina en reverencia ante el sacerdote quien le coloca una corona de laureles. Mientras Osvaldo contempla a la joven anonadado por su belleza y decide acercarse para escucharla recitar un poema en alabanza a la cultura, héroes y pueblo de Italia.

-       Corina: Italia, imperio del sol, señora del mundo, cuna de las letras. La humanidad se  rinde en honor a tus bellas artes, tu historia y tu cielo. El ingenio de Roma  te otorgó los divinos dones de la victoria y alabanza de poetas y pintores por ser refugio de héroes, triunfos, monumentos y dioses. Tu recuerdo agita el corazón y resplandeces en el universo, entre el amor y gloria que elogian tu majestuosidad a través del tiempo.
Al finalizar su poema, todos la aclamaban gritando su nombre y con aplausos. Ella les agradece y es escoltada por su amigo hacia su carruaje, el cual era lujoso y estaba tirado por cuatro corceles de color blanco.

-       Corina: Os agradezco el privilegio de su agasajo y  honor de recibiros de tan digno pueblo.
-       Todos (pueblo): ¡Corina! , ¡Viva Corina!, ¡Viva el genio!
A su salida, se le cae la corona y Osvaldo, que se encontraba cerca, se inclinó a recogerla y la devuelve a la dama; quien la acepta con una grata sonrisa y mirada pícara.


ACTO IV
            El Conde de Erferwil, al ver el interés de Osvaldo por Corina, decide enviarle a ella una carta pidiéndole permiso para visitarla y disfrutar de su presencia. Al poco tiempo recibe una respuesta aceptando su petición y dando fecha del encuentro en su casa. Lord Nelvil, al enterarse de esto siente mucha emoción al saber que podrá conocer a la famosa escritora y poetisa Corina.
            Al llegar al hogar de la dama la saludan con una reverencia y expresan las siguientes palabras:
-       Osvaldo: Saludos encantadora dama.
-       Conde de Erferwil: Es un honor poder presenciar semejante belleza proveniente de tan hermosa mujer.
-       Corina: Gracias señores, por tan maravillosos halagos. Siéntanse libres de pasar a mi hogar.

   Dicho esto, los tres pasan al recibo, donde se sientan a conversar.

-       Corina: Y díganme, ¿de donde provenís? ¿y qué os trae por acá?
-       Conde de Erferwil: Yo nací y me eduqué en Francia
-       Osvaldo: Yo nací en Escocia y me eduqué en Inglaterra. Pero por motivos personales he decidido venir a Italia para escribir una nueva página en mi vida.
-       Corina: Es decir que ¿vosotros no conocéis Italia?
-       Osvaldo: No, llevamos poco tiempo por estas tierras.

Luego de un rato el conde de Erferwil observa la hora y decide retirarse para dejarlos solos.


-       Conde de Erferwil: se hace tarde y  me siento cansado, Lord Nelvil os dejo en grata compañía. 
-       Conde de Erferwil: Me despido. Corina ha sido un honor conocerla.
Osvaldo y Corina se despiden del Conde de Erferwil y continúan conversando.

-       Corina: Yo os puedo acompañar en un viaje para que conozcáis nuestra cultura.
-       Osvaldo: Sería un honor que una persona tan famosa me mostrase su país.
-       Corina: Estaría gustosa de hacerlo. Le espero en la mañana para enseñarle estas tierras.

ACTO V
Osvaldo y Corina emprenden su viaje por los antiguos templos de Roma para contemplar su belleza arquitectónica. Visitan el panteón de Santa María,  el Templo de Agripa, el Castillo de Santagélo y finalmente la Iglesia y plaza de San Pedro, donde caminaban y disfrutaban de los monumentos, tumbas, fuentes y esculturas que visten de grandeza sus obras.
Al día  siguiente continúan su aventura  cultural observando los paisajes de los montes Palatino, las 7 colinas de los montes escarpados, el Capitolio, el foro romano, los templos en honor de Venus, Júpiter, Atenas, el arco del triunfo y de Constantino.
Así, durante varios días siguieron visitando y admirando el monte Aventino, la iglesia de San Juan de Letrán, las ruinas del Coliseo, el Circo y los Palacios de los emperadores romanos; apreciando las huellas de la historia romana, su belleza, gloria y gran inspiración de poetas.

ACTO VI
            Corina visita el castillo del príncipe Castel-Fortel, su amigo, para intercambiar algunas palabras.
-       Príncipe Castel: Querida Corina, te pedí que vinieras para decirte que no creo conveniente que os enamoréis de Lord Nelvil.
- Corina: Osvaldo aún no ha dicho que me ama.
- Príncipe Castel: Pero si lo hiciese, ¿aceptaríais?
- Príncipe Castel: A leguas se nota en tu mirada una compasión hacia él que solo se ve entre los enamorados.
- Corina: Está bien, lo admito, el me gusta, nuestro viaje fue majestuoso.
- Príncipe Castel: Me entristece pensar que si te llegas a enamorar tendrás que irte.
-Corina: yo no me iré, por eso decidí mostrarle Italia para que decida quedarse.

ACTO VII
   Durante unos días Osvaldo se ausenta por  estar muy enfermo y  Corina siente nostalgia por no saber de él, incluso piensa que  no estaba muy interesado en conocer Italia.
Luego de su recuperación, Osvaldo es invitado a una fiesta a la cual pensaba asistir, pero se entera que Corina asistirá a esta celebración y duda si ir o no por sentirse apenado. Al final accede, y al llegar y ver que Corina estaba ahí, se acercó a ella para poder platicar.

- Corina: ¿Qué sentís vos por mi? Porque yo te amo.
- Osvaldo: yo?.. pero yo…
- Corina: ¿Queréis decir que vos no me amáis como yo os amo?
-Osvaldo: No es que no os ame, sino que vuestra fama me eclipsa.
De pronto suenan unas trompetas anunciando la llegada del Príncipe de Amalfi. Todos se quedaron perplejos con su llegada. Este se aproxima a Corina y saluda con reverencia.

- Príncipe de Amalfi: ¿Quisiera esta bella dama concederme el honor de bailar una pieza conmigo?
- Corina: Con mucho gusto milord.
 Y así comenzó la danza de la Tarantella, una danza Nápoles. Corina tomó la pandereta y comenzaron a bailar. A medida que el baile transcurría Osvaldo los observaba con cierto enojo al verla bailar tan alegre ante los aplausos que la llenaban de vanidad.  Él pensaba que la  mujer de Italia no tenía el recato de la inglesa.  Al culminar el baile decide irse sin despedirse.


ACTO VIII
Al poco tiempo Osvaldo decide ir a la casa de Corina a pedir perdón, admitir su error y confesarle su amor, ya que el mantenía la esperanza de casarse con ella.
En el camino  se consigue a Milord. Edgermond, un caballero ingles que lo hace sentir afligido y reflexivo a la vez, en las melancolías del pasado que lo atormentaban porque no obedeció a su padre en cumplir su compromiso de casarse.

- M. Edgermond:  Celebro veros, pues en quince días parto a Nápoles, espero que os me acompañeis.
- M. Edgermond:  ¿Recordáis a mi prima Lucila? Vuestra prometida está muy hermosa y de aquí a un año os aseguro que será la mujer mas bella de toda Inglaterra .
- Osvaldo: No lo pongo en duda .
- M. Edgermond:  He oido que usted conoce a Corina, me gustaría conocerla y ver uno de sus espectáculos .
- Osvaldo: Os informo que ella no recita por vanidad o necesidad para vivir.

ACTO IX
            Dicho ésto Lord Nevil se retiró y fue casa de Corina . Entró y se dirigió a sus aposentos donde se la encuentra y dice lo siguiente:
- Osvaldo: Corina he venido para expresarle disculpas por mi comportamiento en la fiesta y confieso que no fui totalmente sincero con respecto a mis sentimientos.
- Osvaldo: Quiero decirle que la amo y vengo a pedirle su mano en matrimonio.
-Corina: Osvaldo, admito que estoy enamorada de vos desde que lo vi pero, no puedo partir de mi patria, por esa razón os llevé a esos viajes, para que se enamorara de estos parajes, tanto como yo, pero al no ser este el caso, no me casaré contigo.
- Osvaldo: debéis disculparme por expresar un sentimiento distinto al vuestro por Italia pero, os juzgo con las tradiciones que traigo de mi tierra inglesa.
-Corina: nuestra forma de pensar nos separa,  pero podemos ser amigos.

La sensibilidad al expresar lo que sentían permitió a Osvaldo ver en Corina su debilidad al sentirse afligida y comprendió que su entusiasmo había sido abatido por  la pasión, porque a pesar de su habilidad poética y alabanzas que la llenaban de gloria como a una diosa, podía en realidad tener en su corazón la dulce imagen  de una amiga.